martes, 13 de abril de 2010

ETS


Todos lo sabemos: El sexo está muy bien, es relajante, divertido... pero como cualquier cosa en la vida, también tiene su lado peligroso.
La mayoría de las personas conocen las enfermedades de transmisión sexual, pero no tantas conocen las más frecuentes (Desde la aparición del SIDA el conocimiento del resto de enfermedades ha disminuído) o las formas de contagio. Estas son las más frecuentes:

SIDA: Está producido por el síndrome de inmunodeficiencia adquirido, provocado en ocasiones por el VIH. Este virus puede afectar a las personas de dos formas: Una, induciendo la enfermedad, y otra, quedando el individuo como portador aunque el SIDA no se desarrolle en él (por lo que, a pesar de no estar enfermo, infectará a los demás.)

El SIDA era prácticamente mortal hace unos años, pero con la aparición de los retrovirales la mortalidad causada por la enfermedad está descendiendo. Aun así hay que recordar que es una enfermedad que se convierte en crónica, esto es, no tiene ningún tipo de curación posible. Actúa eliminando el sistema inmunológico, haciéndote más vulnerable a cualquier enfermedad, llegando al punto en el que un simple catarro puede llevar a la muerte.

Es fácilmente evitable: A pesar de lo que diga la Iglesia, los curas y demás magufos, el preservativo es efectivo. La penetración anal o vaginal sin preservativo se considera práctica de alto riesgo: Las posibilidades de infectarse de esa forma son altas. Otras prácticas, como el sexo oral, también tiene riesgo aunque mucho menor (en torno a un 7%) y generalmente cuando el fluido penetra en el torrente sanguíneo a causa de algún tipo de herida bucal. No se contagia mediante la saliva.

Sífilis: Tiene tres etapas distintas. En la primera suele salir un chancro (una especie de grano gigantesco) duro en la zona donde se produjo el contagio, al cabo de unos 21 días de media. Sin embargo, eso no siempre sucede, y por eso llaman a la sífilis la gran imitadora: Puede hacerse pasar por otra enfermedad, como la gripe. Estos síntomas desaparecen sólos, pero no porque la enfermedad se haya ido, sino porque comienza la segunda fase, en la que una erupción aparece en las manos y pies. Esta erupción desaparece al finalizar la segunda etapa, y, cuando empieza la tercera, unos 15 o 20 años después del contagio, pueden producirse daños en los órganos, demencia, ceguera o incluso la muerte.

Igual que con el VIH/SIDA, los condones son efectivos contra esta enfermedad. Atención, a pesar de que en el SIDA las probabilidades de contraer la infección disminuyen cuando se trata de sexo oral, en la Sífilis el porcentaje es igual, ya estemos hablando de sexo oral, vaginal o anal.

Gonorrea: Se asienta en lugares cálidos del aparato reproductor, en ojos, boca y ano. Los síntomas son dolor al orinar y una secrección blanca en el pene, y se suelen dar a los 5 días de la infección. Las mujeres generalmente no tienen síntomas o son muy leves: Leve dolor al orinar o una mayor menstruación de lo normal. Las mujeres con gonorrea están expuestas al riesgo de tener graves complicaciones por la infección, independientemente de la presencia o gravedad de los síntomas.
Entre los síntomas de infección rectal, tanto en hombres como en mujeres, puede haber secreción, picazón, dolor y sangrado en el ano y dolor al defecar.

Cuando la gonorrea no se trata, puede ocasionar problemas de salud graves y permanentes tanto en hombres como en mujeres: Abscesos internos, embarazos ectópicos (en los que el óvulo crece fuera del útero...), inflamaciones de los conductos testiculares que pueden llevar a la infertilidad o incluso la muerte si se extiende a sangre y articulaciones. El preservativo es la forma más segura de no contagiarse.

En dos semanas continuaré con la segunda parte de este post. Todas estas enfermedades dan muy mal rollo y son más frecuentes de lo que creemos, así que... Recuerda, si no quieres tener problemas, póntelo, pónselo :)

1 comentarios:

Luu_90 dijo...

Productica e interesante entrada ;)

 
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