-Despierta...
Una voz retumbo en la cabeza de Aylin. Intento incorporarse pero algo la sujetaba con fuerza las muñecas al cabecero de su propia cama.
-Pero qué...-Intenta zafarse pero no puede. Las bridas presionan con fuerza y raspan su piel si ejerce demasiada presión sobre ellas.
Mueve las piernas pero de nada le sirve. La poca luz que entra por la ventana de su cuarto a penas la permite ver el umbral de la puerta y su corazón empieza a latir a gran velocidad.
-¿Hola?-Grita-Por favor ¿Hay alguien ahí?-Nada.
El sudor empieza a caer por su frente cuando oye unos pasos que se aproximan por el pasillo. La puerta se abre y la luz del salón acompaña a una figura de un hombre.
-¿Quién es usted? ¿Qué hace en mi casa?-Otra vez dolor en sus muñecas.
El individuo se adentra más en la habitación y se sienta en un diván frente a la cama. Enciende una lamparita que apenas da luz.
-¡Llévese todo lo que quiera de valor pero por favor suélteme se lo suplico!
-Maldita puta engreída-La voz era tranquila-Ha pasado mucho tiempo Aylin. Demasiado...
Aylin llora e intenta liberarse como puede pero es imposible. El dolor empieza a emerger de sus muñecas como afilados cuchillos y la tensión la hacen sudar más aun.
-No llores princesa, de nada te valdrá.
El hombre permanecía inmóvil.
-¿Quién eres?-Lloró-¿Qué quieres de mi?
-Alguien invisible para ti durante muchos años. Me hiciste mucho daño Aylin, mucho daño. El mismo que voy a hacerte yo a ti- Se levanta de la silla y se aproxima a ella cogiéndola del mentón.
-No por favor… No me mate. No sé quien es pero no se… que pude hacerte pero lo si
ento si...
-Cierra la puta boca.
El hombre tenía la cara tapada. El terror que sentía en ese momento la hizo marearse y por unos instantes la habitación empezó a dar vueltas. Noto un golpe seco en la cara.
-Vuelve conmigo- Le susurro el extraño- Te necesito cuerda.
-¡Déjame!
La mano del extraño se mete bajo las sabanas y de un golpe las aparta. Se pone sobre ella de rodillas y de un golpe seco arra
nca el camisón. Presiona sus tetas con fuerza hasta hacerla gritar de dolor y se ríe. Se ríe por que llora, se ríe por que sufre.
Se inclina hacia su cara y la huele aquel pelo que tantas pajas le dieron.
-Aylin…Cuanto me hiciste sufrir cuando apenas era un niño. Y por las casualidades de esta vida nos volvemos a encontrar.
Ella le mira extrañado.
-Lo sé, aunque vieras mi rostro tampoco entenderías nada. Era demasiada poca cosa para ti.
Pasa su lengua por la cara de ella mientras intenta zafarse de él con las piernas pero Aylin está agotada para seguir defendiéndose.
-Voy a follarte. Eso es lo primero que voy a hacer. Voy a follarte el coño, voy a follarte la boca y cuando termine de follarme tu culo de ti depende lo que haga.
Con destreza, coloca un cojín bajo su culo y le arranca las bragas de un tirón.
-Dime puta- La dice mientras baja su bragueta y saca la polla apuntando a la entrada de su sexo-¿Cuántos te han follado? ¡Contesta!
-¡No se!-Grito al notar como la polla del extraño entraba con brusquedad dentro de ella.
-¿Perdiste la cuenta puta?
Bombeó con fuerza sobre ella. Una y otra vez, como un loco manteniendo su cara a dos centímetros de ella. Con sus ojos clavados en sus lágrimas. Con su polla llenándola a cada embestida de él. De su venganza.
-Voy-Dijo jadeando- Voy a soltarte las bridas de las muñecas pero dios te libre intentar huir de mi...Si haces un mínimo movimiento. Te mato.
Saca de su bolsillo una navaja y corta con brusquedad las bridas. Aylin nota la quemazón de sus heridas. Las embestidas del hombre habían despellejado su fina piel.
No tuvo apenas tiempo a intentar nada. El hombre la coge del pelo y tira de ella metiéndola la polla en la boca con rapidez.
-Chúpamela, seguro que eres una maestra en el arte, zorra- La espeta.
La joven mete en la boca aquella polla y empieza a mamar. Nota como las manos de él la agarran con fuerza el pelo y empujan hasta la campanilla la punta de su capullo mientras su cadera empieza a moverse con fuerza ahogándola con cada empujón.
-¿No te cabe?- Se ríe y vuelve a meterla en el fondo de su garganta. La saca, la apunta y otra vez hasta atrás- Oh... si… mámamela bien golfa.
A punto de correrse la aparta de un empujón y salta como alma que lleva al diablo de la cama. El timbre de la puerta rompe el silencio otra vez. Durante breves instantes Aylin piensa en saltar de la cama, llegar a la puerta y salir corriendo al pasillo para gritar pidiendo ayuda. Pero aquel individuo la pillaría y era demasia
do grande para su frágil cuerpo dolorido.
-Como te muevas un pelo te mato. ¿Quién cojones esperas?
-No...No se, no recuerdo.
-Shh…La coge por el pelo la levanta pegándola a su pecho y tapándola la boca de espaldas a él-Grita...y te mato...
Un timbrazo más y silencio. Quién quiera que fuere se iba. El ruido del ascensor sonó.
-¿Tu novio quizá?-La susurra al oído.
-Umm- Con la boca tapada intenta hablar pero pronto nota como la polla del extraño desde atrás empieza a meterse en su coño mientras sigue presa.
-Estas mojada puta, no me lo puedo creer. Esto no puede ser…Voy a follarte ese culito de zorrita rica.
-¡¡No!!-Grita liberándose de la mano enguantada.
Pero el hombre la agarra del pelo, la arrastra a la cama y la pone a cuatro patas sobre ella.
-No patalees…
-Por favor, soy virgen de ahí. Jamás…
Una carcajada retumba de repente en la habitación.
-No me lo puedo creer. No me digas que nadie te ha follado ese culo.
-No... Por favor... Ten compasión de mí. Te pido perdón por todo lo que te hice pero no me hagas esto por favor.
-Llora todo lo que quieras-La dice apuntando con su polla en la entrada del culo de Aylin.
De un golpe, la mete la polla hasta atrás y un alarido llena la oscuridad. Sobre ella como un perro en celo bombea con rabia y con excitación una y otra vez. Aylin grita, llora y suplica pero aquel demonio aumenta la fuerza de sus embestidas a cada llanto y suplica que salen de su garganta. Ella se agarra con fuerza a los barrotes de la cama e intenta zafarse una y otra vez pero el extraño la toma por el cuello levantándola la espalda y encajándosela más aun y el aliento y los gemidos empiezan a retumbarla en el cerebro como golpes de martillo.
-Si… Tienes el culo cerrado, pero eso va cambiar. Mira como entra, como resbala. Como mi polla taladra tus entrañas. Y te gustara, acabara por gustarte, como me acabo gustando a mi tu indiferencia. Puta... Me sigues volviendo loco y mírate ahora. A cuatro patas como una perra, sintiendo mi polla dentro de ti. Follada por alguien que te odia tanto como te desea... Princesa…
Un escalofrío invade la columna del extraño.
-Voy a llenarte el culo de leche. Lo notas… Lo notas… ¡Contesta!
-¡Si, joder!-Grita con rabia ella notando que la ahoga con la mano mientras se corre.
Silencio….Cae sobre ella... Nota el latir de sus venas, el olor de su piel. Aylin apenas había visto que el extraño se había desprendido de su camiseta. Notaba el calor de su pecho sobre su espalda, el retumbar de los latidos de su propio culo. La lefa cayendo por sus piernas, saliendo de él.
No quiere moverse, teme que cuando vuelva en si, esa bestia la mate. Espera. Él respira con fuerza.
Se levanta de encima de ella. Aylin sigue sin entender nada, mil imágenes de su juventud pasan por su cabeza para no entender nada. Jamás le recordaría.
Exhausta y dolorida apenas se atreve a mover. Oye el tintineo del cinturón. La cremallera subir. Sus pasos se aproximan a ella.
-Duerme princesa… si puedes…
Tras estas palabras, nada. La oscuridad se apodera de ella.
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-Despierta….
La voz de su cabeza la devuelve al día. Se incorpora con rapidez. No había sido un sueño. Se mira en el espejo y llora. Tiene la mejilla dolorida, sus dedos marcados en la garganta, le duele todo el cuerpo y sus muñecas dan una imagen dantesca.
Se ducha. Se viste y llama al trabajo para decir que se encuentra con fiebre y se tumba en el sofá con una taza de café.
No puede dejar de pensar en que había sido violada en su propia casa. Algo la había dado para dormirla. El terror se apoderó de ella pensando que quizá aquel demonio volvería.
Y lloro hasta que no le quedaron lágrimas.
