Gomas y gomos

Sólo hay una cosa peor que el que te dejen a medias, ese momento en el cual todo se para en seco, el pelo del cuerpo se eriza y las gotas de sudor comienzan a recorrerte la frente: cuando te das cuenta de que se te ha roto el condón.


Aunque molesta un huevo tener que sacarse la gomita del bolsillo cuando estás en pleno pimba-pimba, es necesaria no sólo para no pillar cosillas peligrosas, sino para no volverse como Britney Spears, que con 20 y pico años tuvo dos hijos y se rapó el pelo de la desesperación interna que tenía. (Algunos se flagelan con un látigo y otros se pelan)

El problema es que los condones son muy finitos y a poco que metas caña (sobre todo por detrás <3)>


1. La temperatura extrema no es buena, ni por arriba ni por abajo. Ni se te ocurra meterlos en la nevera! (He visto un caso. Luego están fríos y cuando te la meten pillas un resfriado >.<)

2. La cartera no es una buena idea. Allí puedes guardar la foto de tu abuela, las estampitas de la Virgen del Carmen y tu tarjeta de crédito, pero no es el lugar para guardar un condón, que se pueden estropear con las moneditas. Mejor solito en un bolsillo. Además la Virgen no se llevará muy bien con un condón (Ella se quedó preñada con una gotita de Fairy PAZ)
3. ¡Las uñas! Si eres de esas chonis poligoneras con uñas extralargas pintadas con purpurina rosa, mejor no toques un condón ni aunque tu vida penda de ello, porque seguro que los rajas como si los metieras en una picadora. Si no sabes ponérselo al tío con la boca, mejor déjale a el.
4. El lubricante que usas también influye. Sí, puede molar un huevo llenarse de aceite para dejar la cama (o lo que sea) hecho un asco, pero los lubricantes de base aceitosa debilitan los condones. Mejor que tengan base acuosa si no quieres tener una sorpresa que come y caga.
Para los que como yo somos más cañeros y se nos rompen aunque los tratemos bien, existen algunos tipos especiales que seguro que nos convienen más que los normales, como los Durex TopSafe, que son más resistentes que los normales. Son un poquillo más caros pero los puedes encontrar en casi todos los sitios y seguro que no tendrás tantos problemas con ellos.
Y recordad el número clave: 591. ¡5 minutos de placer, 9 meses de espera y 1 más en la familia!