Cibersexo

¡Tócame los ratones!

Seguro que todos los que visitamos este blog (editores y lectores) hemos practicado alguna vez cibersexo. Venga, admitámoslo, es más frío que en persona pero en muchas ocasiones vale perfectamente para matar ese calentón ocasional que nos da cuando menos nos lo esperamos.

Cibersexo... Tiene sus ventajas cuando se trata de que la chica en cuestión te enseñe las peras (o el chico el salami, claro)... Sí, porque así, si no l@ conoces, no le ves la cara y te ahorras infartos, enfocando sólo la comida de tu elección. También puedes colocar la cámara de forma que esas lorzas navideñas no se aprecien y parezcas una sílfide mojadita recién salida de un arroyo... ...Y por supuesto, están las benditas capturas de pantallas (o qué coño, directamente los vídeos) que puedes almacenar en tu disco duro si la sesión fue memorable, y así revivirlo una y otra vez...

Sin embargo a nadie le gusta activar la cámara y encontrarse un coño mojado o un rabo palpitante: Las cosas hay que hacerlas despacito y con buena letra.

Para las chicas lo mejor es comenzar enfocando a las tetas, ir acariciándolas lentamente y después bajar la cámara un poco pero siempre enfocándolas. En ese momento puedes calentar al chico jugando un poco con los bordes del sujetador hasta quitártelo del todo, y comenzar a tocar tu botón divertido por encima de la ropa.

Mientras tanto, el chico podría juguetear un poco con el borde de la camiseta para luego subírsela lentamente y dejar el pecho al descubierto. Después, bajar un poco los pantalones hasta dejar bien visible el borde de los boxers (sí, ya sabéis que prefiero los boxers a cualquier otro tipo de ropa interior).

En ese momento el horno sí está para bollos y es entonces cuando podemos dar rienda suelta a lo que nos apetece y mostrar lo que queramos, en las posturas que nos apetezcan... y gimiendo un poco para dar ambiente.

Peeeeeeeeero cuidado, que no es semen todo lo que reluce. Nunca sabes quién está al otro lado. ¿Y si estás dándole a la manivela cuando de repente te das cuenta de que en la pared hay colgado un cuadro muy parecido... a ese que compró el otro día tu hermana en una tienda de artesanía? ¿Y si vas a buscar algún vídeo para tocarte un poco y ves tu miembro (o miembra :P) parpadeando, listo para bajarse a tu ordenador si envías un SMS a un número raro?

Lo mejor es tener cuidado y no enfocar nada identificativo que nos pueda delatar. Así podremos disfrutar del cibersexo sin peligro.