Como conocí el arte de la cam

Buenas gente soy Cocky y aunque me conoceis todavia no habia echo entradas personalmente. Hoy me estreno con una nueva sección pues cada cierto tiempo os traeré relatos eroticos, recomendaciones de libros y alguna que otra experiencia personal contada como historia. Pues nada, ante ustedes, mi primera creación:

Como conocí el arte de la cam

Una noche calurosa del mes de Agosto, después de ver un partido de fútbol en la televisión, me conecté a la red.
Las once de la noche. Inicié sesión de Messenger. Mis tres contactos estaban como no admitidos en mi lista. Eli, como suponía, estaba conectada. Tati y Carolina… en su estado habitual: desconectadas.
Lo que estaba esperando ocurrió. En la parte baja de la derecha de la pantalla apareció la ventana emergente: Carol ha iniciado sesión.

No dudé un instante y saludé a Carol.
- Hola ¿Cómo estás?
- Bien.
- ¿Me recuerdas o no?
- Sí ya sí. El de las fantasías…
- ¡Vaya! Todo un progreso. ¿Y hoy me la contaras?
- ¿El qué?
- Tu fantasía…
- Mmmm no se, tengo muchas.
- Eso está muy bien. Elige la que te apetezca y veré si soy capaz de resolver la situación.
- ¿Has visto mi foto?
- No
En la ventana fueron apareciendo imágenes de la misma persona. Atractiva. Fotos muy cuidadas. No prestaba demasiada atención. Pensé con ironía… si no son suyas debe ser algún familiar o tomadas de alguna página de internet. Podían ser perfectamente de algún anuncio, pero no conseguía saber que era lo que vendían.
- ¿Te gustan?
- Sí, estás muy bien.
- Gracias
- De nada. Bueno ¿me cuentas…?
- Es que no sé cómo va esto, la verdad.
- Pues… dejando volar la imaginación, metiéndose en el papel. Escribir lo que piensas…
- Suena interesante…Empieza a ver.
- Dime un lugar que pudiera resultar, alguna situación que te resulte excitante
- Pues en mi despacho, por ejemplo.
- ¡Vaya! Una ejecutiva
- No tanto. Trabajo en un banco.
- Interesante. Entraré a pedir un crédito, jajaja
- Muy bien… siéntese.
Un buen comienzo. Empezábamos a interpretar.
Me apareció un mensaje “Carolina le está invitando a recibir imágenes de su web-cam”
Apreté la combinación de teclas Alt-C para aceptar la recepción de imágenes.
Se abrió una ventana algo más grande en la parte superior derecha. Una animación de cámara en movimiento me indicaba: “Cargando… espere”
La espera se me hacía larga. El juego había comenzado y quise seguir de inmediato
- Seguimos mientras carga. Hola buenos días, me gustaría conocer que condiciones están ofertando para hipotecas de primera vivienda.
Antes de recibir la respuesta en la ventana desapareció la imagen de la cámara y apareció Carolina. La imagen era nítida. Nada que ver con mi única experiencia anterior. Me quedé sin saber que decir.
Mi cabeza daba vueltas a toda velocidad intentando buscar explicaciones. Las fotos que había visto hacía unos minutos efectivamente se parecían bastante a la imagen que tenía en pantalla. De reojo miraba la luz del disco duro de mi ordenador. Desconfiaba de que pudiera haber algún tipo de acceso remoto. Aquello parecía demasiado fácil.
- Ahora sí te veo. Hola
Recibí un saludo con la mano.
- Bueno ¿y que tal?
- Pues bien, la imagen es clara mucho mejor de lo que había visto.
- En fin… terminaras enamorándote de mí, como otros.
Sonreí para mí. ¡Será presuntuosa!
- Lo dudo, para mí esto es solo un juego.
- Era una broma… Ya se que estas casado. Además para mí también es un juego.
- Perfecto ¿por donde íbamos?
- Las condiciones del crédito….Bueno ¿Cuántos me echas?
Me vino a la cabeza contestar con una broma grosera pero me contuve.
- ¿Años? Menos que yo. Rondando los treinta.
- ¡Que ojo! Siempre me dicen menos
Había una sonrisa en la cara de Carolina que me incitaba.

Me lancé.
- Me gusta tu sonrisa.
- Gracias.
- Tanto que mientras sigues hablando de tipos de interés, sin decir nada, me levanto de mi silla en actitud pensativa.
- Disimulo. (Un gesto acompañó a la frase. Mirada hacia arriba al vacío)
Me hizo gracia. La cámara le daba un mayor realismo a la situación. Veamos hasta donde aguanta el juego.
- Paso por detrás de tu asiento. Como si mirara los papeles por encima de tu hombro.
No hubo respuesta. Continúe.
- Una de mis manos baja hacia tu cuello. Apartando el pelo hacia a un lado
Una sonrisa amplia se reflejó en la cara de Carolina.
- Acerco mi cara a la tuya. Puedo oler tu perfume.
- Mmmm
- Al ver que no reaccionas… beso tu cuello muy despacio.
- Mi punto débil (de nuevo un gesto interpretando la situación)
- Al inclinarme sobre ti veo tu escote desde arriba.
La mano de Carolina bajó hacia el escote del polo ahuecándolo. Pude ver el canal del pecho y parte de un sujetador rojo. Me impactó que siguiera el juego tan “de cerca”. Empecé a encontrarme excitado. No tenía apenas tiempo de pensar y continué escribiendo frases sin esperar a la respuesta. A cada frase paraba una fracción de segundo para comprobar el “efecto” que causaba en la pantalla.

Continuará...

¿Cómo acabará todo? Siguelo con nosotros...